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Toda planta medicinal produce en el organismo ciertos efectos terapéuticos, que dependen de los principios activos contenidos en ella y de la dosis empleada.
A continuación se detallan en orden alfabético las Propiedades y Efectos terapéuticos más importantes:
Absorbentes:
Son las plantas que por su gran Porosidad absorben fácilmente los humores, materias purulentas y demás líquidos extraños de nuestro organismo y cuya eliminación es conveniente en el periodo curativo de una enfermedad. La planta más empleada para este propósito es el licopodio en polvo.
Acídulas:
Son las plantas o frutos más o menos ácidos de efectos refrescantes y atemperantes. Muchas veces se utilizan como zumo y entre ellos están el agracejo, fresas, granada, limón, manzana, melocotón, naranja, pera, piña, sandía, tamarindo, tomate y uva. Los jugos obtenidos de estos frutos o plantas pierden la acidez, pero conservan sus propiedades y principios activos.
Adaptógenas:
Son las plantas que favorecen una mejora general del organismo , por ejemplo la damiana.
Adelgazantes:
Son las plantas que contienen los principios activos que favorecen la eliminación de grasa de nuestro cuerpo (celulitis y obesidad).
Afrodisiacas:
Son las que estimulan y excitan el instinto sexual; entre las plantas que tienen estas propiedades están el aguacate, canela, cebolla, damiana, ginseng y menta.
Amargas:
Como su nombre lo indica, tienen sabor amargo. Sus efectos terapéuticos son tónicos, digestivos y febrífugos. Se deben usar como medicamentos, pues su abuso puede ser perjudicial para la salud. Se pueden citar el naranjo y la retama. Así como agracejo (Berberis vulgaris), endrino (Prunus spinosa), genciana (Gentiana lutea), verónica (Veronica officinalis), verbena (Verbena officinalis) y azafrán (Crocus sativus), Camedrio (Teucrium chamaedrys), Ajedrea (Satureja montana), Lengua de Buey (Anchusa officinalis).
Analépticas:
Son las que actúan como reconstituyentes y reconfortantes del organismo; reparan las fuerzas y estimulan sus funciones en el periodo de convalecencia de una enfermedad. Se hallan en las plantas alimenticias como el arroz, avena, plátano y trigo; en los frutos secos como almendras, avellanas, dátiles, higos y nueces, y también contienen estos principios activos la acedera, cálamo aromático y liquen de Islandia, y todos los frutos con riqueza vitamínica, (ver vitamínicos).
Analgésicas:
Son aquellas que alivian o suprimen la sensibilidad al dolor. Las plantas que contienen estos principios activos son la belladona y la coca. Corteza de sauce, abrojo, filipéndula, pulsatilla común, cimicífuga, manzanilla. Lavanda, manzanilla, menta (externo), orozus (tan potente como la cortisona), camote silvestre o barbasco.
Anestésicas:
Son las que suprimen temporalmente, de manera total o parcial, la sensibilidad al dolor, pues actúan sobre nuestro sistema nervioso. Entre las plantas que tienen estas propiedades se encuentran la belladona y la coca. Son muy similares a los analgésicos.
Antiafrodisiacas:
Son aquellas que deprimen o debilitan el instinto sexual. Son lo contrario de las afrodisiacas. Entre las plantas más usadas está el sauce.
Antibióticas:
Son las que destruyen y se oponen a la proliferación de algunos tipos de microoganismos. Entre las plantas que contienen estos principios activos está el moho de algunos frutos como el limón y la naranja, capuchina (Tropaeolum majus). Ajo, fenogreco, cuachalalate, palo de brasil, olivo, amole, hojasé, sangre de drago, cebolla, guayaba, gobernadora, hinojo, nogal negro, agrimonia, sello de oro, miel, artemisa.
Antidiabéticas:
Son aquellas que estimulan la función del páncreas y la secreción de insulina, actuando de una manera eficaz contra el exceso de glucosa (azúcar) en la sangre. Entre las plantas que tienen estas propiedades están la alcachofa, alholva, nogal, cebolla y salvia.
Antidiarreicas:
Son las que combaten las diarreas y los desórdenes intestinales (colitis). Tienen estas propiedades el agua de arroz hervido, el avellano, castaña de Indias, malvavisco, membrillo, mirtilo, rosal silvestre, salicaria y salvia.
Antídoto:
Se utiliza esta palabra como equivalente a contravenenos Hay plantas que tienen propiedades de esta naturaleza, y contienen principios activos para neutralizar efectos nocivos de sustancias venenosas o tóxicas. Se usan contra el alcoholismo el café y el té; el azúcar contra los compuestos de arsénico y las sales de cobre y plomo; la corteza de encina contra los alcaloides; el almidón contra el iodo. No obstante, lo primero que se debe hacer es provocar el vómito (ver heméticos).
Antiespasmódicas:
Son aquellas que combaten los espasmos y los desórdenes nerviosos, como son: ataques de nervios, convulsiones, calambres, síncopes y contracciones involuntarias de los músculos. Entre las plantas que tienen estas propiedades están la albahaca, azahar, cáñamo, hierbabuena, hierba luisa, hinojo, estramonio, drosera, mejorana, manzanilla, melisa, menta, milenrama, naranjo, pasiflora, olivo, ruda, salvia, tilo y valeriana.
Antifúngicas:
Son las que se oponen y combaten el desarrollo de determinados hongos. Entre las plantas más eficaces se encuentran las hojas del nogal y el limón, salvia, amole, sangre de drago, y nim.
Antihalitósicas:
Son aquellas que actúan sobre nuestro organismo, especialmente boca y estómago, para evitar los malos sabores y sobre todo el mal olor de boca. Entre las plantas comúnmente usadas se encuentran el hinojo, menta, salvia y tomillo.
Antiinflamatorias (antiflojísticas):
Son las que tienen la propiedad de reducir y curar los procesos inflamatorios. Las plantas que se usan para este efecto son la agrimonia, añil silvestre, árnica, ciprés, cúrcuma, equinácea, harpagofito, higuera, jengibre, llantén mayor, lino, malva, malvavisco, manzanilla, mezquite, milenrama, mirra, mostaza negra, nim, nogal, olivo, papa, pa- rietaria, romero, salvado y salvia, uva de Oregón.
Antisépticas:
Son aquellas que destruyen las infecciones microbianas o impiden su desarrollo. Tienen este principio activo las siguientes plantas: ajo, bistorta, boldo, caléndula, cebolla, eucalipto, li- copodio, limón, maíz, manzanilla, marrubio blanco, milenrama, nogal negro, romero, salvia y tomillo.
Aperitivas:
Son las que estimulan y excitan el apetito, combatiendo la inapetencia, desgana y repugnancia de los alimentos. Entre las plantas con mejores propiedades aperitivas se encuentran; abrojo, acedera, achicoria, agracejo, agrimonia, ajenjo, ajo, alcaparra, alcaravea, alfalfa, alohe, anís, apio, artemisa, azafrán, cardo, centáurea menor, clavo, coclearia, comino, condurango, copalchi, cuasia, damiana, diente de león, espárrago, laurel, madreselva, marrubio, níspero, perejil, prodigiosa, romero, salvia, simonillo, toronjil y tronadora.
Astringentes:
Son aquellas que tienen la propiedad de retraer los tejidos, moderar las secreciones y facilitar la cicatrización. Entre las plantas que se usan están el agracejo, agrimonia, ahuehuete, algodón, alholva (Trigonella foenum graecum) áloe (Áloe vera), aquilea, árnica, arrayán de cera, arroz, avellano, bardana (arctium lappa) bistorta, castaño de Indias, ciprés, cola de caballo, encino, gordolobo (Verbascum thapsus), hamamelis, hepática blanca, hiedra, hipérico o hierba de San Juan (Hypericum perforatum) lengua de buey, licopodio, limón, linaza, llantén, milenrama (Achillea millefolium), mirto, nogal, olivarda, olmo, pie de león, pimpinela menor, pulmonaria, romero, salicaria, tanaceto, tomillo (Thymus vulgaris), tormentila, zaragatona..
Atenuantes:
Son las que tienen la propiedad de hacer más fluidos los humores de nuestro organismo, cuando se espesan demasiado. La planta que más se usa es la alcachofa.
Bactericidas:
Son aquellas que destruyen e impiden la proliferación de las bacterias. Entre las plantas con estos principios activos se encuentran algunos tipos de moho. Gordolobo, gobernadora, menta, salvia, e hinojo.
Balsámicas:
Son las que estimulan las funciones digestivas y pectorales. Las plantas que tienen estas propiedades son el abeto, amapola, eucalipto, e hisopo.
Béquicas:
Son aquellas que se utilizan para combatir la tos. Entre las plantas que tienen estos principios activos figuran el abeto, amapola, anacahuite, cola de caballo, consuelda, chilpanxochitl, gordolobo, guayacán, jazmín amarillo, liquen pulmonar y orégano.
Cardiotónicas:
Son las que fortalecen, estimulan, tonifican y regulan la función del corazón. Entre las plantas que contienen estos principios activos se encuentran el digital, hepática blanca, lechuga, lirio de los valles, marrubio blanco y muérdago.
Carminativas:
Son aquellas que estimulan y excitan las evacuaciones y expulsión de los gases intestinales, de modo que sin ser purgantes limpian los intestinos y renuevan la función de los mismos. Las plantas que se usan para estos fines son: ajenjo, anís, cilantro, comino, costipactli, haya, hinojo, hierba luisa, laurel, manzanilla, mejorana, menta, naranja y poleo.
Cáusticas:
Son plantas que al tener contacto directo con los tejidos a temperatura ordinaria los destruyen o queman. Los cáusticos más activos producen cicatrices y se llaman escoróticos y los de acción más débil reciben el nombre de caperéticos; todos ellos son corrosivos. Entre las plantas que contienen estos principios activos se encuentran el jugo lechoso de la higuera y la esencia de clavo.
Cefálicas:
Son aquellas que disminuyen, alivian o curan el dolor de cabeza de origen nervioso y que al mismo tiempo actúan como sedante y antiespasmódico. Comúnmente se usan el enebro y la melisa.
Colagogas:
Son las que tienen la propiedad de provocar o favorecer la evacuación y eliminación de la bilis. Entre las plantas con estas propiedades están la acedera, ajenjo, alcachofa, áloe, boj, boldo, diente de león, fumaria, genciana, manzanilla, menta y ruibarbo.
Depurativas:
Son aquellas que purifican los humores y eliminan las impurezas de la sangre y las sustancias tóxicas de nuestro organismo. Se emplean todas las plantas diuréticas y diaforéticas (sudoríficas). Entre las plantas que tienen estas propiedades están el abe- dul, abeto, acedera, acuático, agracejo, ajo, condurango, diente de león, dulcamara, fumaria, helecho, heliotropo, lechuga, manzanilla, ortiga blanca, pino y trébol.
Descongestionantes:
Son las que actúan en nuestro organismo para suprimir o disminuir los procesos congestivos. Entre las plantas con estas propiedades se encuentran la árnica, ortiga blanca y pulsatila.
Digestivas:
Son las que tienen la propiedad de facilitar y estimular la digestión. Las plantas que se usan son achicoria, agracejo, ajo, albahacaanís, bol- do, café, cálamo aromático, cebolla, cerezo, coclearia, condurango, enebro, eneldo, espliego, genciana, hierbabuena, hierba luisa, manzanilla, melisa, menta, orégano, perejil, poleo, romero, ruibarbo, salvia, té, verónica y zarzaparrilla.
Diluyentes:
Son las que tienen la propiedad de hacer la sangre más fluida cuando está demasiado espesa, y evitan el riesgo de que se formen coágulos causantes de las embolias. La planta más usada es la cebolla.
Diuréticas:
Son aquellas que estimulan y excitan la secreción de orina, función fundamental para el organismo por ser uno de los medios más enérgicos para expulsar las sustancias tóxicas del mismo Entre las plantas que poseen propiedades diuréticas tenemos el abedul, abeto, abrojo rojo, acedera, agracejo, aguacate, ahuehuete, ajenjo, ajo, alcachora, alcaravea, alcaparte, anacahuite, anís, apio, árnica, arrayán de cera, avena, bálsamo, betabel, boldo, borraja, brezo, café, castilleja, cebolla, cebolla albarrana, cerezo, cintul, codearía, cocotero, cola de caballo, león, digital, dulcamara, encino, espárrago, estilos de maíz, fresno, fumaria, garbanzo, guayacán, hierba flotante, hinojo, lechuga, limonero, lúpulo, maíz, malvavisco, mate, muérdago, naranjo, nopal, ocote, ortiga blanca, palo del muerto, parietaria, peonía, pepino, perejil, pingüica, pino, pulmonaria, rábano, retama negra, ruibarbo, ruscus, saponaria, saúco, parrilla. tamarindo, tejocote, vara de oro, zapote blanco, zarzaparrilla
Drásticas (purgantes):
Son las que provocan drásticamente las evacuaciones de los intestinos. No se deben tomar sin consentimiento médico. Entre las plantas usadas están el áloe, fresno, saúco, sen, hiedra macho, polipodio, retama y ricino.
Emenagogas:
Son aquellas que provocan y regulan la menstruación (regla), en los casos que se interrumpe o es muy escasa. Entre las plantas eficaces se encuentran el apio, aristoloquia, arrayán de cera, azafrán, bolsa de pastor, caléndula, ciprés, hinojo, laurel, manzanilla, ortiga blanca, pulsatila, ruda y salvia.
Eméticas:
Son las que incitan el vómito, cuando es necesario o conveniente vaciar el estómago (indigestión, envenenamiento). Vulgarmente se llaman "vomitivos" y entre las plantas con estas propiedades están el cardo, mostaza negra y retama macho.
Emetocárdiacas:
Son aquellas que además de provocar el vómito también estimulan y excitan las deposiciones fecales. Se usan para limpiar todo el aparato gastrointestinal en casos en que la retención pueda producir fermentaciones que ocasionen grandes trastornos digestivos. Entre las plantas usadas se encuentran las hojas del sen y el ricino.
Emolientes:
Son aquellas que tienen la propiedad de relajar y ablandar los tejidos y que eliminan y previenen las inflamaciones. Entre las plantas comúnmente usadas se encuentran la acelga, arroz, avena, azucena, barbasco, bistorta, cáñamo, cebada, consuelda, gordolobo, hiedra, higuera, lino, liquen de Islandia, malva, malvavisco, manzano y nopal.
Espasmolíticas:
Son las que actúan sobre nuestro sistema nervioso, ya sea suprimiendo o curando los espasmos. Entre las plantas con estas propiedades están la artemisa y la belladona.
Estimulantes:
Son aquellas que tienen la propiedad de estimular o excitar la actividad funcional física, química o biológica de los diversos sistemas del organismo. Se dividen en difusibles o persistentes, siendo los primeros los que por su breve y rápida acción actúan al mismo tiempo como sedantes del sistema nervioso, y los segundos de acción más lenta y duradera. Las plantas que se usan para este fin son ajenjo, ajo, albahaca, alcanfor, anís, apio, aristoloquia, árnica, arrayán, avena, berros, boj, boldo, café, canela, cebolla albarrana, ciprés, coca, cola, coclearia, copalchi, cuasia, damiana, diente de león, genciana, ginseng, guaco, guayacán, hierbabuena, hinojo, jengibre, manzanilla, marrubio, menta, milenrama, muitle, palo de Campeche, palo mulato, perejil, polígala, salvia, pasionaria y vainilla.
Estomacales:
Son aquellas que favorecen la digestión estimulando las funciones del estómago. Entre las plantas que contienen estos principios activos están el abrótano hembra, adonis, ajenjo, ajo, anís, café, cilantro, coclearia, fumaria, genciana, hierba luisa, hinojo, hipericum, hisopo, laurel, limón, manzanilla, mejorana, melisa, naranjo, orégano, poleo, romero, ruibarbo, salvia, tamarindo y tilo.
Estornutatorias:
Son las que provocan el estornudo. Se usan introduciendo las plantas en polvo en las fosas nasales y se pueden citar entre las más corrientes la árnica.
Expectorantes:
Son aquellas que facilitan la expulsión de las mucosidades formadas en los bronquios y vías respiratorias. Entre las plantas que tienen estos principios activos están el abeto, amapola, anís, anacahuite, apio, asaro, azucena de México, berro, borraja, consuelda mayor, chilpanxochitl, dulcamara, eucalipto, ginko, gordolobo, hiedra, hinojo, hisopo, ipecacuana, ítamo real, laurel, malva, malvavisco, mirto, nabo, níspero, orégano, pino, polígala, pulmonaria, saúco, tomillo y verónica.
Febrífugas:
Son las que contienen la propiedad de combatir y calmar la fiebre. Son muy numerosas las plantas que poseen estos principios febrífugos y entre ellas se encuentran el boj, cardo, castaño de Indias, eucalipto, fresno, heliotropo, limón, marrubio blanco, olivo, romero, sauce blanco, tamarindo y verbena.
Galactógenas:
Son aquellas que provocan, favorecen y estimulan la secreción láctea. Entre las plan- tas usadas para este fin destacan la alholva, hinojo y el anís.
Hemostáticas:
Son aquellas que sirven para detener o parar las hemorragias. Las plantas que tienen estas propiedades son el árnica, bolsa de pastor, cola de caballo y hamamelis.
Hipertensores:
Son las que actúan en nuestro organismo para aumentar la presión extremadamente baja de la sangre en el aparato circulatorio (aumentar la tensión arterial). Entre las plantas usadas para este fin están las bayas de enebro y ginseng.
Hipnóticas:
Son aquellas que actúan provocando el sueño y que se usan contra el insomnio. Entre las plantas que tienen estas propiedades encontramos el cáñamo y la valeriana.
Hipotensores:
Son las que actúan en nuestro organismo para disminuir la presión extremadamente alta de la sangre en el aparato circulatorio (bajar la tensión arterial). Entre las plantas usadas para este fin se encuentran el ajo, árnica, cebolla, muérdago y el olivo.
Laxantes:
Son aquellas que actúan en el aparato digestivo regulando suavemente las funciones intestinales (purgante ligero). Podemos citar entre las plantas que sirven como laxantes la achicoria, agracejo, ajonjolí, alquequenje, aceite de almendras, bardana, cañafístula, cerezo, ciruelo, diente de león, despinaca, higuera, lino, malvavisco, olivo, pensamiento silvestre, ruibarbo, tamarindo, violeta y zacatechichi.
Litotricidas:
Son las que tienen la propiedad de disolver y favorecer la resolución de los cálculos hepáticos y urinarios. Las plantas recomendadas para estos casos son el agracejo, agrimonia y maíz.
Narcóticas:
Son aquellas, que provocan el adormecimiento de la sensibilidad, la relajación muscular y facilitan el sueño. Entre las plantas más comúnmente usadas se pueden citar la belladona, la coca y la dulcamara.
Odontálficas:
Son las que sirven para aliviar el dolor de muelas y dientes. Las plantas empleadas son la esencia de clavo, la esencia de tomillo y el orégano.
Pectorales:
Son aquellas que sirven para combatir las enfermedades y las inflamaciones de las vías respiratorias, bronquitis, asma, pulmonía, bronconeumonía, laringitis y todas las afecciones de tipo respiratorio. Entre las plantas recomendadas para este padecimiento se encuentran el abeto, amapola, ciprés, drosera, estramonio, gordolobo, higuera, lechuga, liquen de Islándía, llantén, ipecacuana, pino, pulmonaria, romero, saúco, tilo y violeta.
Purgantes:
Son aquellas que provocan la evacuación intestinal. Aceite de ricino, sopa de zaragatona (Plantago pyllium)
Refrescantes:
Son las que disminuyen el calor en el cuerpo y calman la sed. Se emplean general- mente todos los frutos que contienen principios activos acídulos, como la acedera, agracejo, cebada, limón, naranja, piña, tamarindo y las plantas como el cáñamo.
Sedantes:
Son aquellas que tienen la facultad de reducir la acción de un órgano o de un sistema excesivamente excitado respecto a su normal funcionamiento Entre las plantas con estas propiedades están el anís, azahar, belladona, betabel, boldo, cáñamo, eucalipto, enebro, espino, espliego, hierba luisa, lechuga, limón, malva, malvavisco, manzanilla, manzano, muérdago, muitle, nabo, naranjo, pasiflora, pasionaria, pulsatila, sauce blanco, tilo, tumbavaqueros, valeriana y zapote blanco.
Sialagogas:
Son las que favorecen, excitan y estimulan la secreción salivar. Entre las plantas que se usan se encuentra la coca.
Supurativas:
Son aquellas que favorecen la supuración de los humores, materias purulentas y demás líquidos de los flemones, abscesos y llagas. Entre las plantas que se usan para estos fines están la cebolla, fumaria y flor de saúco.
Sudoríficas:
Son las que tienen la propiedad de excitar y estimular rápidamente la acción de las glándulas sudoríficas y favorecer el sudor. Entre las plantas eficaces están el avellano, borraja, eucalipto, malva, pulmonaria, saponaria, saúco, violeta y zarzaparrilla.
Tenínfugas:
Son aquellas que se usan para provocar la expulsión de la tenia o lombriz, llamada vulgarmente “solitaria”. Sirven para este fin la corteza de raíz de granada y las semillas de calabaza.
Tónicas:
Son las que tienen la propiedad de excitar y estimular los órganos débiles, restablecer su normal funcionamiento, Y recuperar su energía y fuerza vital. Hay tónicos amargos y astringentes. Entre las plantas que tienen propiedades tónicas se encuentran el abrótano, agracejo, alcaravea, angélica, anís, aquilea, artemisa, cálamo aromático, cardo bendito, celidonia mayor, cantáurea menor, cola, cilantro, genciana, ginseng, laurel, limón, liquen de Islandia, lúpulo, manzanilla, mate, mejorana, menta, orégano, salvia, té y tilo.
Tópicas:
Reciben el nombre de tópicas las plantas que se usan y aplican externamente en for- ma de cataplasmas, ungüentos, emplastos, fomentos y fricciones. Se utilizan las plan- tas que poseen propiedades emolientes y antiinflamatorias.
Tóxicas:
Reciben este nombre por contener principios activos venenosos y tóxicos. La administración de estas plantas debe ser dosificada por un médico. Las principales plantas tóxicas son la adormidera, belladona, boj, coca, cola, digital, estramonio, hie- dra, ricino y ruda.
Vermífugas:
Son aquellas que tienen la propiedad de provocar y favorecer la expulsión de los gusanos intestinales (lombrices) que afectan sobre todo a los niños. Las plantas frecuentemente empleadas para estos fines son el abrótano, achicoria, aguacate, ajo, aliaria, arrayán, bálsamo, calabaza, epazote, limón, nogal, papayo y ruda.
Vitamínicas:
Son las que contienen los Principios activos llamados vitaminas, necesarios para el normal desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo. Se encuentran en el agracejo, fresas, granada, limón, manzana, naranja, sandía, tamarindo, tomate, uva, zanahoria, y en todas las verduras que se comen crudas.
Vulnerarias:
Son aquellas que tienen la propiedad de favorecer la cicatrización de las heridas y llagas. Entre las plantas recomendadas están la cinoglosa, hierba de San Juan o corazoncillo, Manzanilla, caléndula, meliloto (melilotus officinalis) romero, salvia y tilo.